Un Llamado a la Conciencia Nacional
Bolivia enfrenta una crisis que amenaza no solo su economía, sino la vida cotidiana de sus ciudadanos. La escasez de combustibles, la dependencia de importaciones y el contrabando descontrolado no son problemas lejanos o abstractos; son realidades que golpean a cada familia, a cada trabajador, a cada empresario que lucha por salir adelante. Mientras el país importa más de la mitad de la gasolina y casi la totalidad del diésel que consume, el contrabando drena cientos de millones de dólares al año, y los subsidios mal dirigidos ahogan las finanzas públicas, surge una pregunta inevitable: ¿Cómo hemos llegado a esto?
La respuesta no es simple, pero tampoco es un misterio. Durante años, políticas cortoplacistas, decisiones basadas más en el populismo que en la realidad, y una falta de visión estratégica han llevado al sector hidrocarburífero al borde del colapso. YPFB, otrora símbolo de soberanía nacional, hoy lucha por mantenerse a flote, incapaz de invertir en exploración o modernizar su infraestructura. Mientras tanto, el ciudadano común paga las consecuencias: filas interminables en las gasolineras, precios que no reflejan la realidad del mercado y un futuro energético cada vez más incierto.
⚡ BOLIVIA: CRISIS ENERGÉTICA Y SOLUCIONES
❌ PROBLEMAS ACTUALES
- 56% de gasolina importada (2024)
- 86% del diésel viene del exterior
- Producción de gas caída 40% en 10 años
- $600 millones perdidos por contrabando anual
- Subsidios generan $1.000M de déficit
✅ PROPUESTAS DE BOLIVIANOS UNIDOS
- Subsidios focalizados en transporte público y agricultura
- Alianzas público-privadas para reactivar producción
- Reservas estratégicas de 90 días de combustible
- Combate al contrabando con geolocalización y sanciones
- Litio industrializado para transición energética
Ante este panorama, Bolivianos Unidos propone un camino claro, una hoja de ruta que no se limita a paliar los síntomas, sino que ataca las causas profundas de la crisis. No se trata de ideologías vacías ni de discursos grandilocuentes; se trata de medidas concretas, basadas en la experiencia internacional y adaptadas a la realidad boliviana.
Emprendemos una revolución pragmática y patriótica. No es una rendición al neoliberalismo, ni la perpetuación de un estatismo ineficiente. Es la tercera vía boliviana:
Primero, es esencial reformar el sistema de subsidios. No es sostenible que el Estado gaste más de mil millones de dólares anuales en subsidiar combustibles sin ningún tipo de focalización. Estos recursos, que podrían destinarse a educación, salud o infraestructura, terminan beneficiando a contrabandistas y a quienes menos los necesitan. La propuesta es clara: subsidios sí, pero dirigidos a quienes realmente los requieren, como el transporte público, los agricultores y las familias de bajos ingresos.
Segundo, la reactivación de la producción nacional no puede esperar. Bolivia tiene reservas de gas y petróleo que, con la tecnología y las inversiones adecuadas, pueden volver a ser competitivas. Esto no significa privatizar YPFB ni regalar nuestros recursos, sino establecer alianzas estratégicas con el sector privado bajo un marco regulatorio claro y transparente. Campos como Mayaya X1 o Margarita Profundo pueden ser la clave para reducir nuestra dependencia de las importaciones, pero solo si actuamos con urgencia y decisión.
Tercero, el contrabando debe ser erradicado. No es admisible que se pierdan 600 millones de dólares anuales por un flagelo que, además de dañar la economía, alimenta redes de corrupción. La implementación de sistemas de geolocalización en cisternas, la penalización efectiva de los involucrados y la cooperación con países vecinos son pasos indispensables para cortar de raíz este problema.
Finalmente, no podemos hablar del futuro sin mencionar el litio. Este recurso, tan abundante en nuestro territorio, no debe ser exportado como materia prima barata. Bolivia tiene la oportunidad de industrializar su litio, de convertirlo en baterías y vehículos eléctricos que generen empleo y valor agregado. Pero para ello, se necesitan políticas claras, inversión en tecnología y, sobre todo, la voluntad de dejar atrás la mentalidad extractivista que tanto nos ha limitado.
Este es el momento de actuar. La crisis energética no se resolverá con discursos ni con medidas a medias. Exige un compromiso colectivo, una visión de largo plazo y, sobre todo, la participación informada de la ciudadanía. Bolivianos Unidos no solo presenta propuestas; invita a cada boliviano a ser parte de este cambio. Porque el futuro de Bolivia no se decide en los pasillos del poder, sino en la conciencia y la acción de su gente.
La pregunta que queda en el aire es simple: ¿Estamos dispuestos a asumir este desafío, o seguiremos esperando a que la crisis nos devore? La respuesta, como siempre, está en nuestras manos.
Ejes Estratégicos y Medidas Clave
El programa que propone Bolivianos Unidos se estructura en cinco pilares:
a) Reforma de subsidios y precios diferenciados
- Subsidios focalizados en transporte público y agricultura.
- Precios internacionales en zonas fronterizas para evitar contrabando.
b) Reactivación productiva
- Priorización de campos gasíferos (Mayaya X1, Margarita Profundo).
- Licencias temporales a privados para operar campos no estratégicos.
c) Reservas estratégicas y fondo de estabilización
- Creación de reservas para 90 días de consumo.
- Fondo financiado con regalías del litio y créditos multilaterales (evitando cualquier endeudamiento con entidades supranacionales).
d) Combate al contrabando
- Geolocalización obligatoria para cisternas.
- Penalización reforzada (decomiso de vehículos y sanciones penales).
e) Transición energética
- Incentivos a vehículos eléctricos con baterías de litio nacional.
- Proyectos de energías renovables en zonas rurales.
Gobernanza y Transparencia
Se creará la Agencia de Emergencia Energética (AEE) como ente ejecutor temporal, con autonomía técnica y obligación de publicar datos mensuales sobre subsidios e importaciones. La supervisión incluye informes semestrales a la Asamblea Legislativa y un portal de acceso público.
El Programa Emergente de Hidrocarburos 2025–2027 de Bolivianos Unidos representará un intento pragmático por equilibrar soberanía energética, eficiencia económica y sostenibilidad. Su diseño legal, basado en competencias constitucionales y leyes sectoriales, ofrece un marco sólido para su implementación. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad del Estado para evitar clientelismos, garantizar transparencia y mantener una visión estratégica más allá de la emergencia.
Bolivia se enfrenta a una encrucijada histórica: corregir décadas de distorsiones o profundizar un colapso energético. Este programa es un primer paso hacia la tercera vía.